La mayor patronal del transporte apoya la supresión del régimen de módulos del IRPF

Ayer, al Gobierno le tocó hablar con los transportistas de fiscalidad dentro de la ronda de mesas de trabajo diseñada para tratar de resolver el brete en el que los precios del gasóleo han metido al sector.

La mayoría de los planteamientos sonaban a conocidos. Suprimir el céntimo sanitario para los transportistas (Bruselas quiere que se elimine en general), eximir del pago del IAE a todo el sector, incluidas las contadas empresas que facturan más de seis millones de euros anuales y que, por tanto, tienen obligación de pagar; hacer lobby en Bruselas para retrasar la armonización de la fiscalidad del combustible, que debe completarse antes de 2012.

Sin embargo, la patronal mayoritaria del sector, CETM, que aglutina al 60% de la flota, se descolgó con una reivindicación sorprendente: suprimir el régimen de tributación objetiva en el IRPF y el IVA para los profesionales del sector.

Sorprendente porque, según los datos de la Asociación Española del Transporte, 280.000 de los aproximadamente 350.000 vehículos del sector están sujetos a este régimen.

¿Por qué? 'Porque queremos una estructura de costes idénticos en el sector y que no haya ventajas por la forma de cumplir con las obligaciones fiscales', señalaba ayer un portavoz de la patronal.

Algún informe ha evaluado en un 16% la ventaja fiscal que obtienen los transportistas en módulos respecto al resto, ya que únicamente tienen que aplicar una retención del 1% sobre sus recibos.

La petición de la CETM ha profundizado en la división entre la patronal mayoritaria del sector y Fenadismer, la convocante del paro sectorial general del 9 de junio, que es partidaria de mantener el denominado régimen de estimación objetiva.

La sensibilidad demostrada por el Ejecutivo a planteamientos como la mejora de la dotación presupuestaria para las ayudas al abandono de la actividad de los profesionales de más de 60 años o las deducciones sobre las dietas pernocta no ha descabalgado a Fenadismer de su intención de parar a partir de las doce horas del próximo 8 de junio.

La organización insiste en que no levantará la huelga si no se aprueba un modelo de tarifas mínimas.