Inditex dispone de una gran estructura logística con la que distribuye, en menos de 48 horas, 625 millones de prendas a 70 países del mundo.
Lunes por la mañana en el 750 Lexington Ave. con la calle 59 de Manhattan. Una mujer realiza un pedido de ropa en una terminal PDA: 12 pantalones modelo 4568/223/122, 23 vestidos, 20 chaquetas... Es la responsable de compras del primer establecimiento Zara que el Grupo Inditex abrió en Estados Unidos hace casi 20 años.A la mañana siguiente, cuando esta trabajadora de la empresa con sede en la localidad gallega de Arteixo llega a la tienda en el corazón de la ciudad de los rascacielos, el pedido, realizado hace menos de 24 horas, ya está perfectamente ordenado y dispuesto en el establecimiento para ser vendido.
Los pantalones, chaquetas y vestidos de Zara han cruzado el Atlántico y llegado a Nueva York en un tiempo récord. Lo mismo sucede con los pedidos realizados en las otras cuatro tiendas de la enseña estrella de Inditex en Manhattan, en las 33 tiendas que tiene en Japón, en las 25, de Moscú y en los 3.900 establecimientos que el grupo presidido por Amancio Ortega posee en un total de 70 países de Europa, Asia, Africa y América.
Los establecimientos de Inditex hacen sus pedidos dos veces a la semana, en días y horas establecidas, y, en menos de 48 horas en los destinos más alejados -Asia-, reciben los artículos solicitados.Detrás de esta rápida y eficiente distribución hay una gran estructura integrada por ocho centros logísticos repartidos a lo largo y ancho de España en los que trabajan 4.450 personas, que mueven al año 625 millones de prendas.
Además, el grupo de moda cuenta con el apoyo de empresas y distribuidores en muchos de los países en los que está presente. Para llevar a cabo la distribución a sus establecimientos, Inditex emplea más de 12.000 camiones al año y mueve 25.000 toneladas de ropa, zapatos y complementos vía aérea.
Tres grandes centros son los encargados de distribuir a lo largo y ancho del globo a las tiendas Zara, el buque insignia del grupo Inditex. Desde sus instalaciones en Arteixo -un gran complejo que incluye las oficinas centrales de la compañía y uno de sus centros de producción-, en una superficie de 280.000 metros cuadrados con un total de 1.150 trabajadores, se distribuyen 3,8 millones de prendas a la semana de mujer y caballero a España y el Continente Americano.
Desde el centro de Zaragoza con 750 trabajadores y 125.000 metros cuadrados se distribuyen 2,5 millones de artículos de Zara mujer y hombre para Europa y los países del Este.
Y desde el centro de Meco en Madrid, con 160.000 metros cuadrados y una plantilla de 750 empleados se distribuye la ropa Zara niño y Zara Home para todo el mundo -1,1 millones de prendas a la semana-.
En las plataformas logísticas llega la ropa procedente de los distintos centros de producción y, con la mayor rapidez posible, se le da salida a las tiendas, de acuerdo con los pedidos realizados por las mismas. La ropa doblada y empaquetada en cajas, por un lado y la colgada en perchas, por otro. Las prendas que se transportan en avión se disponen en palés adecuados para que, directamente, se trasladen éstas en camiones desde los muelles de carga hasta el aeropuerto e, inmediatamente después, se coloquen en el avión.
En Tokio, Montreal o San Francisco, en el aeropuerto, una empresa logística contratada por Inditex, procederá a la distribución a las distintas tiendas, una vez que la carga haya pasado los correspondientes trámites de aduana.
Con este eficaz entramado de distribución, Inditex consigue renovar la oferta de sus establecimientos a gran velocidad, lo que permite seguir la moda y gustos de los consumidores de las distintas partes del mundo con gran rapidez y adaptarse a los cambios de tendencias.
El responsable de cada tienda es el que elige, dentro de un amplísimo catálogo que está modificándose constantemente, qué artículos elegir en función de la demanda de su clientela. La razón es que, a la hora de vestir, nada tienen que ver los gustos de los clientes de una tienda en la isla de Rodas en Grecia con los que tienen aquellos que compran en el establecimiento de Oxford Street, en Londres, o en la madrileña calle de Preciados.
El eficaz sistema de distribución y logística es una de las dos patas de la estructura del grupo Inditex. La otra es su exitosa fórmula de producción, que permite a la compañía ser un referente en el mundo de la moda a un precio muy competitivo.
Con un ejército formado por más de 350 diseñadores, además de ojeadores y expertos de moda, la compañía sigue las últimas tendencias en tiendas, a pie de calle y en los constantes viajes a ferias internacionales de moda.
Con esta fórmula, Inditex es capaz de diseñar, producir y distribuir ropa con las últimas tendencias a cualquier parte del mundo dos veces por semana. Sus colecciones son pequeñas y a menudo se agotan, creando la sensación de exclusividad. Esto evita rebajas de precios e insta a sus clientes visitar sus tiendas varias veces al año.
Inditex cuenta con más de 2.000 proveedores procedentes de todo el mundo. El 49% de la producción se lleva a cabo en fábricas propias en España, Portugal y Marruecos. Un 35% procede de Asia; un 14%, de países europeos y un 2%, del resto del mundo.
El modelo de negocio del grupo gallego permite seguir con gran rapidez los cambios de la demanda y está permitiendo a Inditex capear la crisis económica mejor que a sus competidores. Gracias a su flexible modelo de producción y su ágil distribución, la compañía va modificando su oferta con gran rapidez en función de la evolución de la demanda.
Así, si el público español, actualmente, busca prendas más económicas, Inditex amplía su oferta de esa línea de artículos a precios más atractivos. Si la primavera es demasiado lluviosa, redobla sus existencias de impermeables y ropa para el agua. Si el invierno es suave, lanza prendas de menos abrigo...
El resultado es que en los cinco primeros meses del año, las ventas de las tiendas de la cadena gallega liderada por Zara se incrementaron un 14%, con lo que la facturación del grupo ascendió en ese periodo a 2.218 millones de euros. Siete de cada 10 euros que ingresa la empresa gallega proceden ya de fuera de España.
El consejero delegado del grupo, Pablo Isla, afirmó hace una semana en la junta de accionistas celebrada en Arteixo que la compañía mantiene sin cambios sus planes de expansión, cuyos objetivos inmediatos pasan por seguir creciendo hacia Asia y Europa del Este (incluyendo a Rusia).
El grupo tiene previsto invertir este año unos 1.000 millones de euros y abrir entre 560 y 640 nuevos puntos de venta, el 90% fuera de España, en un ejercicio que Isla califica de «fuerte crecimiento».
La compañía confía en que en España, con un sector textil muy fragmentado y con un 40% del mercado en manos de empresarios independientes, pueda incrementar su actual cuota del 11%.
En plena crisis del consumo en España y con caídas de las ventas de productos textiles y del calzado superiores al 15%, Inditex ha ampliado su negocio. El grupo gallego acaba de abrir en Madrid, Barcelona y La Coruña las primeras tiendas Uterqüe, su nueva enseña con la que la empresa de distribución se lanza de lleno al sector de complementos y accesorios para ellas: calzado, bolsos, marroquinería, bisutería, pañuelos, gafas, sombreros, guantes...
Uterqüe nace con la misma filosofía que el resto de las marcas: «una atractiva relación entre precio y calidad», lo que les coloca en una clara posición competitiva, incluso en entornos económicos de crisis.
Con la creación de una enseña exclusiva para complementos, Inditex ahonda en su estrategia de crecimiento vía multiformato, lo que le permite «abrir tiendas de distinta superficie y modalidad y abarcar con sus marcas una gran diversidad de mercados y de clientes».
La compañía gallega tiene previsto abrir en la segunda mitad del año entre 20 y 30 establecimientos Uterqüe en España, Portugal y Grecia y, en 2009, comenzar a extenderse a Francia, Italia y los países del Este.
Tras el lanzamiento de Uterqüe -expresión latina que significa ambos-, la empresa presidida por Amancio Ortega cuenta ya con nueve enseñas, cada una con un concepto comercial distinto: Zara, la marca española más conocida en el mundo junto con Telefónica, está enfocada para toda la familia; Pull and Bear se dirige a un público joven e informal a precios asequibles; Massimo Dutti, especializada en ropa masculina, Bershka, para las adolescentes; Stradivarius, para mujeres jóvenes; Oysho, prendas íntimas para ella; Zara Home, ropa para el hogar y Kiddy's Class, para los más pequeños del hogar.
El resultado es que, a fecha de hoy, Inditex es uno de los grandes grupos mundiales de moda con una facturación en 2007 de 9.435 euros, un beneficio neto de 1.250 millones y 79.560 empleados repartidos por todo el mundo.
Sin embargo, pese a los buenos resultados y al optimismo mostrado por la compañía para el presente ejercicio, Inditex no se ha podido escapar del desplome bursátil español. Las acciones de la compañía han caído un 26% en lo que va de año, lo que ha reducido la capitalización del grupo a 19.120 millones de euros.
Sin embargo, pese a la negativa evolución bursáti, la dirección del grupo textil mantiene su confianza y asegura que es sólo cuestión de tiempo que las acciones de la compañía se recuperen y vuelvan a dar atractivas rentabilidades a los inversores.
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