Miranda de Ebro es cruce de caminos de gentes y mercancías y un nudo industrial de primer orden en el noroeste de la península, con suelo suficiente para la implantación de nuevas empresas. A 140 kilómetros de la frontera con Francia, con la misma distancia a Bilbao que a Burgos, a la vera del ferrocarril -en los mapas venideros de la alta velocidad- y con conexión por la AP-1 y la A-68 con Logroño, las capitales vascas y Madrid, tiene mimbres suficientes para reforzar esa vena industrial y convertirse en centro de canalización de mercancías hacia el País Vasco, Navarra y Francia, Aragón y el Mediterráneo.
Eso es lo que pretenden las instituciones de Castilla y León y los empresarios de la zona, con un proyecto en el que casi 32 millones de euros invertidos por la Junta y 67 aportados por la iniciativa privada pretenden confirmar a Miranda de Ebro como el enclave logístico con más tirón del cuadrante noroeste español.
Se trata de la creación de una infraestructura complementaria de transporte y logística, que responde a la denominación de Cylog, y que se ubicará en el polígono industrial de Ircio, al pie de la línea férrea que une Miranda y Zaragoza y próximo a las autovías y autopistas hacia Logroño, Vitoria y Bilbao.
En una época de dura competencia por atraer a las empresas y los puestos de trabajo que mueven, la fiscalidad juega a favor de los alaveses al rebajar sus instituciones el Impuesto de Sociedades, pero Miranda puede ofrecer, además de su ubicación, suelo a mejor precio que el vasco y un territorio menos congestionado industrialmente y con menos necesidad de hacer desmontes de tierra al tener una orografía más llana.
El enclave logístico mirandés proporcionará a los empresarios un sistema de tratamiento de mercancías moderno, con un aparcamiento vigilado para 1.200 vehículos -800 camiones-, servicio de combustible y taller, oficinas, zonas de descanso, naves con muelles adaptados e iniciativas como una ventanilla única para trámites administrativos y una central de compras que abarata precios, por ejemplo de neumáticos, al adquirirlos al por mayor.
A la carta y con tren
«Se construirá a la carta, igual que en Ávila se trabaja en una lanzadera para unir la factoría Nissan con el puerto de Santander, o se persigue una logística que pueda competir en calidad y precio para que lleguen nuevos modelos a las factorías de Renault, en Miranda de Ebro el ferrocarril entrará en las naves», explica desde la Asociación de Centros Cylog su coordinador, Juan Carlos Sánchez Valencia.
El acuerdo con Adif para que las instalaciones industriales tengan un ramal propio «es un tema que está en marcha y que no va a ser un problema», resalta el alcalde de Miranda, el socialista Fernando Campo, que también muestra cautela sobre la repercusión futura de las instalaciones. «Primero hay que hacerlo y luego promocionarlo. Nuestra labor es crear las condiciones para que vengan empresas», argumenta el regidor de Miranda de Ebro.
Arasur en Álava
Y es que mientras el proyecto del Cylog mirandés, que contempla un nuevo puente sobre el Ebro, superaba la larga travesía burocrática de permisos y autorizaciones, «a dos metros del límite con Miranda», según describe el alcalde, se ha situado Arasur, una plataforma industrial y de transporte ubicada en territorio alavés. «Es una iniciativa que está al lado y que hay que intentar que repercuta en la ciudad», defiende Campo.
Un punto de vista que matiza el portavoz de la oposición, Borja Suárez. «El Gobierno municipal hace guiños a Arasur con convenios que no entendemos en lugar de apostar por Ircio, donde las empresas dejarán sus impuestos en Castilla y León, que es quien invierte en Miranda», apunta el concejal del Partido Popular. «Arasur es competencia y lleva cierta ventaja, pero hay que intentar ser complementarios con una oferta distinta», destacan desde la red Cylog, convencidos del potencial de una localidad en la que existe, desde hace años, una sociedad mixta impulsada por el Ayuntamiento que busca allanar el terreno para la implantación de empresas de distribución.
Son el caso de firmas de alimentación como Sabeco y Dia, instaladas en Miranda de Ebro.
Ese es el camino que instituciones y empresarios quieren 'asfaltar' con el enclave logístico para facilitar la llegada de empresas.
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