Según publica EXPANSION Casa Tarradellas amplía su capacidad logística ante el fuerte ritmo de crecimiento que implica ser uno de los grandes interproveedores de Mercadona.
El grupo familiar de alimentación ha dedicado 30 millones de euros en Gurb (Osona) para construir una plataforma logística totalmente robotizada y refrigerada. Con esta inversión, la compañía incrementa en 20.000 palets su capacidad de almacenamiento. En los últimos cuatro años Casa Tarradellas ha invertido más de 140 millones.
Con el objetivo de hacer frente al crecimiento de su principal cliente, Mercadona, el grupo familiar ha ampliado su capacidad de almacenaje de productos terminados y materias primas.
Casa Tarradellas mantiene el pulso inversor. El grupo familiar de alimentación con sede en Gurb (Osona) ha construido un nuevo centro logístico con el objetivo de incrementar la eficiencia de sus operaciones y ampliar su capacidad de almacenamiento. La compañía fabricante de las populares pizzas frescas ha destinado una inversión de 30 millones de euros al proyecto.
El nuevo almacén central de Casa Tarradellas está completamente robotizado y añade una capacidad logística de 20.000 palets, que se suman a los 28.000 palets que el grupo podía almacenar hasta ahora en sus distintas fábricas.
El centro se compone, en realidad, de tres almacenes diferenciados, todos ellos refrigerados y dotados de la última tecnología. Uno está destinado al producto acabado, otro a productos en curso y un tercero para almacenar las materias primas e ingredientes que utilizan las distintas fábricas del grupo.
Eficiencia energética
Según la empresa, la plataforma logística es también pionera en materia de sostenibilidad y eficiencia energética, ya que está equipada al 100% con iluminación LED, dispondrá de placas solares y para refrigerar utiliza intercambiadores de recuperación de energía térmica, lo que elimina el uso de calderas.
Con una facturación de 687 millones de euros en 2011 -últimos datos disponibles-, Casa Tarradellas ha ejecutado una inversión de más de 140 millones en ampliar sus instalaciones productivas en los últimos cuatro años. Este esfuerzo inversor responde a la necesidad de incrementar la capacidad de producción del grupo ante el fuerte crecimiento registrado en la última década por Mercadona, el principal cliente de la compañía. Casa Tarradellas es interproveedor de la cadena de supermercados, para quien fabrica pizzas frescas, jamón york, paté, bacon, fuet y otras especialidades como las focaccias, uno de los últimos productos lanzados al mercado. En paralelo, a diferencia del resto de interproveedores, Casa Tarradellas vende también con su marca productos al resto de cadenas de hipermercados y supermercados, aunque el peso de la cadena valenciana cada vez es mayor.
Tras esta nueva inversión, el grupo que preside Josep Terradellas dispone de nueve plantas ubicadas en Gurb, Vic y Olost, en las que trabajan 1.425 personas. La compañía está totalmente verticalizada, de forma que controla todo el proceso de elaboración, desde la crianza de los cerdos -su principal materia prima-, hasta el transporte de los productos a los almacenes de sus clientes. Además de poseer sus propias granjas, Casa Tarradellas tiene participaciones en fábricas de pienso y en mataderos y, recientemente, ha ejecutado dos inversiones que han contribuido todavía más a cerrar el ciclo.
Así, en 2010 puso en marcha su propia fábrica para elaborar la harina que utiliza en sus pizzas. La harinera costó quince millones y se abastece de trigo cultivado en la propia comarca. Un año después, en 2012, el grupo construyó su propia fábrica de reciclaje de plástico para aprovechar los retales que antes se desperdiciaban en el proceso de envasado de sus pizzas. Tras una inversión de diez millones, estos trozos de plástico se utilizan para volver a fabricar nuevos envases.
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