La formación logística es una necesidad

Bolonia establece un marco mucho más favorable para que las universidades, en colaboración con las empresas, desarrollen programas de formación logística y en operaciones dirigidos a profesionales en activo.

Resulta difícil pensar en algún trabajo cualificado que actualmente se haga igual que hace veinte años, y en logística impensable. Sin lugar a dudas, el avance de la sociedad y, sobre todo, de las tecnologías ha tenido un efecto directo sobre el contenido de nuestra actividad laboral y sobre la forma en que la realizamos.

La sociedad del conocimiento y las comunicaciones ha traído consigo la generación de nuevos y diferentes puestos de trabajo especialmente a la LOGISTICA que, en su mayoría, requieren un mayor nivel de capacitación y una constante adaptación de las personas que los desarrollan. Por tanto, para ser competitivos, los profesionales de la logística necesitan de un amplio abanico de conocimientos y habilidades que deben mantenerse en continua actualización.

Más allá de los cursos específicos de corta duración que existen en el mercado, cada vez es más frecuente encontrar profesionales en activo que deciden acudir a la universidad y sus escuelas de negocio para realizar estudios de grado o posgrado.

Afortunadamente, los principios que rigen Bolonia implican una mejor orientación de la actividad universitaria a lo que demanda el mercado y el desarrollo de una docencia centrada en el alumno y dirigida a capacitarle profesionalmente a través de la progresiva adquisición de competencias.

El Espacio Europeo de Educación Superior establece la necesidad de la formación a lo largo de toda la vida, lo que constituye un marco mucho más favorable para que las universidades, en colaboración con las empresas, desarrollen programas de formación dirigidos a profesionales en activo.

Oferta universitaria

En este sentido, la oferta universitaria ya está experimentando avances significativos. Por un lado, existe un número creciente de masteres en diversas Universidades y escuelas de Negocio que permiten a los trabajadores actualizarse, especializarse y profundizar en nuevos campos del saber logístico.

Aún de forma tímida, algunas universidades ofrecen también titulaciones oficiales en versión executive, cuyos planteamientos están adaptados a las necesidades de profesionales en activo (horarios compatibles con el trabajo, profesorado orientado al alumno con experiencia en las empresas, aprendizaje efectivo en el aula, apoyo tecnológico, etcétera).

Este aprendizaje surge como una necesidad, aunque puede ser considerado como una oportunidad para todos los agentes implicados en ella. En primer lugar, el trabajador, cuyas oportunidades profesionales mejoran sin duda.

También hay claros beneficios para las empresas, que pueden contar así con profesionales con más talento o dar más talento a sus profesionales. Y para las universidades, que podrán ejercer el papel de servicio a la sociedad y enriquecerse de los conocimientos prácticos de empresas y trabajadores.

De esta forma, se contribuirá a mejorar la competitividad de nuestras empresas, el refuerzo de nuestra economía y, consecuentemente, al progreso global de nuestra sociedad.