Más del 80% de las mercancías que atraviesan España, tengan como destino el consumo dentro del propio país o la exportación, circulan por carretera, medio de transporte que históricamente se ha configurado como el principal para conectar a las empresas con sus respectivos mercados.
Así, frente a los más de 942,69 millones de toneladas de mercancías que recorrieron las carreteras españolas en 2012, según la Encuesta Permanente de Transporte de Mercancías por Carretera del Ministerio de Fomento, tan sólo 20,9 millones lo hicieron en tren, mientras que la diferencia hasta alcanzar elporcentaje señalado se completa con las transportadas por vía marítima y aérea.
Por un lado por la escasez de oferta de transporte mercante por vía férrea, en gran parte motivada por la falta de competencia, y por otro lado la necesidad de flexibilidad en la distribución y las pequeñas distancias que recorren muchas mercancías "alrededor del 85% de los transportes no superan los 150 kilómetros", según Fomento y esto hace que se mantenga el transporte por carretera como el principal medio de distribución en España".
Prueba de la importancia del sector del transporte de mercancías por carretera es que un informe del Consejo del Transporte y la Logística de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) publicado el pasado mes de septiembre cifra su composición en 102.330 empresas y 6.967 operadores de transporte, que cuentan con 214.838 vehículos pesados y 89.910 ligeros, cifras que en enero de este año el Ministerio de Fomento eleva a 220.936 y 93.808, respectivamente.
Ese mismo informe estima el volumen de negocio obtenido por el sector logístico en torno a los 55.532 millones de euros y señala un nivel de subcontratación dentro del sector lo que los agentes logísticos contratan a las propias empresas de transporte de 28.045 millones de euros. A pesar de su dimensión, el transporte de mercancías no ha sido inmune a los efectos de la crisis, tal y como reflejan los datos anuales publicados en las estadísticas de Fomento.
El trafico de mercancías interior se redujo un 36%
Mientras que el tráfico interior se redujo en más de un 36%, el internacional tan solo se contrajo un 2,9% y la caída fue mayor en las importaciones que en las exportaciones.
Desde el sector, esta situación se achaca a la íntima relación existente entre el consumo y el transporte de mercancías. Con una economía en recesión y un consumo en claro retroceso, la consecuencia lógica es que el transporte de mercancías se resienta de forma casi automática.
Más de 25.000 empresas han cerrado desde 2008
Según la CEOE, desde 2008 la crisis económica ha obligado a unas 25.000 empresas del sector a cerrar sus puertas debido a la «inviabilidad crediticia y financiera» que afecta al mercado, a pesar de que poseían «viabilidad operativa».
Para la patronal, la caída de la demanda, unida al constante aumento de los precios del carburante, el incremento de costes, la morosidad en el cobro de las operaciones realizadas y la restricción crediticia, dibujan un «panorama desolador» para las empresas que han logrado sortear la crisis. Un futuro inmediato que para muchas de ellas se presenta «incierto y muy preocupante».
Esta situación ha llevado a muchas empresas y autónomos a reducir drásticamente sus tarifas para evitar mantener sus flotas o camiones parados, según afirman desde Teleroute, una compañía que gestiona un sistema de bolsas de carga que permite optimizar los viajes que realiza cada transportista.
Con estas perspectivas el futuro del sector pasa por aumentar la eficiencia mediante la adopción de nuevas tecnologías y herramientas inteligentes que optimicen rutas y evitar viajes en vacío. En un sector que mira cada vez más hacia la internacionalización para compensar la caída del mercado español, la labor de estos intermediarios contribuye a que aumenten su productividad, inciden en Teleroute, antes de señalar que alrededor del 30% de los trayectos que se realizan en Europa son en vacío. Junto a ello, el sector se enfrenta a la necesidad de mejorar su competitividad y sostenibilidad, reduciendo costes y optimizando el uso de la flota, si quiere garantizar su supervivencia.
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