martes, 3 de agosto de 2010

LOS TRANSPORTISTAS AMENAZAN CON LA HUELGA SI BLANCO INSISTE EN SU TASA

Los transportistas pueden volver a ponerse en pie de guerra. Como sucediera hace dos años, cuando la subida del gasóleo apretó al máximo sus márgenes, los profesionales de la carretera no están dispuestos a asumir el impuesto que pretende implantar el ministro de Fomento, José Blanco.

El presidente de la Federación Nacional de asociaciones de Transporte de España (Fenadismer), Julio Villaescusa, advierte que "va a haber una reacción que puede ir desde el enfado hasta el paro".

Pepiño Blanco pretende establecer a los camiones pesados un impuesto por la utilización de las carreteras de 0,1 euros por kilómetro, con la que trata de recaudar un total de 3.300 millones de euros.

La patronal Fenadismer representa a 30.000 transportistas que disponen de 60.000 vehículos. Es una asociación de pequeños y medianos empresarios y cada vez que emprenden una huelga, tiembla el país. "Se comprometieron a no aprobar una tasa al transporte de mercancías", comenta Villaescusa en tono de reproche. La promesa forma parte del acuerdo para poner fn a la huelga de hace dos años.

Paños calientes

Desde otras instancias de la administración se trata de poner paños calientes a una situación que empieza a cobrar tintes de tensión. El consejero de Fomento de la Junta de Extremadura, José luis Quintana, aseguraba ayer que este impuesto se encuentra todavía en una situación de debate, al tiempo que ha aprovechado para mandar el mensaje de que en caso de establecerse, el gobierno regional celebraría un encuentro con los transportistas para estudiarla. La filosofía del consejero quedaba clara cuando aseguraba que "en momentos de mayor estrechez hay que ser hábiles para recaudar dinero".
 
Uno de los grandes problemas de los transportistas españoles es que sus cuentas se encuentran muy lastradas por la fnanciación a sus vehículos, de modo que un incremento de sus costes de explotación pueden llegar a convertirse en una amenaza para su supervivencia. Se da la circunstancia de que una eventual huelga de transportistas podría convertirse en un auténtico inferno para los ciudadanos, en caso de que coincidiera con los paros que pueden producirse en la actividad de los controladores aéreos.
 
Generalización

El presidente de Fenadismer ha mandado un serio aviso de lo que puede pasar si se acepta sin más un impuesto a estos pequeños y medianos empresarios. "Nos han elegido a los transportistas de mercancías como los recaudadores, pero primero serán las mercancías y luego los viajeros", aseguraba Julio Villaescusa. El máximo responsable de la asociación de transportistas cargó ayer contra el ministro de Fomento, al acusar a José Blanco de actuar "con alevosía y nocturnidad", ya que denuncia que este impuesto podría quedar establecido en este mes de agosto. Villaescusa reclamó una situación más equitativa en la recaudación de los impuestos que necesita el Estado por la crisis económica.

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