- ¿Cómo se consigue una productividad por empleado mucho más alta que la competencia?
- ¿Es posible estandarizar los procesos en una cadena de distribución?
La profesora de la Universidad de Harvard Zeynep Ton, que lleva una década estudiando el sector de retail, desvela los entresijos del modelo Mercadona en un caso que demuestra que esto es posible, aunque desarrollar su estrategia requiere una visión a largo plazo. A su favor, la cadena española cuenta con el liderazgo de su primer ejecutivo, Juan Roig, "ya que esta filosofía podría ser difícil de compaginar en una compañía cotizada", avisa Ton, en una entrevista que publica EXPANSION
En 2008, la productividad por empleado (232.260 euros de ventas) mejoraba en un 18% los datos del resto de supermercados en España y también en Estados Unidos. La compañía se ha volcado en la formación de los trabajadores, con una inversión media por empleado de 1.000 euros al año, en 2008; y ha procurado mejorar las condiciones de los empleados, con un trabajo y horario estable. Fiel a su principio de reciprocidad con sus trabajadores, la compañía pagó el bonus a todos sus trabajadores en 2008, a pesar de que no se alcanzaron los objetivos como empresa.
Reacción
En el caso, Zeynep Ton destaca cómo Mercadona fue capaz de reaccionar ante la crisis económica. A finales de 2008, Roig se dio cuenta de que el grupo se había afanado tanto en su crecimiento que se desvió de su objetivo: anticiparse y satisfacer las necesidades de sus clientes. Su nueva consigna fue "perseguir el céntimo".
La cadena diseñó un plan para reducir los precios un 17% (el grupo consiguió ahorrar en cien euros el gasto medio por hogar en alimentación), atraer un 8% más de clientes y conseguir un aumento de la compra media del 5%. En 2009, el grupo valenciano trazó su hoja de ruta, que supuso una reducción de la oferta (se eliminaron alrededor de mil referencias) y de los beneficios, junto una serie de mejoras internas en los procesos para ahorrar costes.
La clave del éxito en el logro de su objetivo se basa en una estrategia que la firma denomina internamente Modelo de Calidad Total (MCT, en su argot), que parte de la idea de que cualquier empresa puede funcionar como una cadena de montaje: desde las materias primas hasta las tiendas.
Para la aplicación de esta fórmula, la compañía ha sido pionera en la estandarización de todos los procesos. Mercadona ha dividido su negocio en cinco procesos: análisis de las necesidades, suministro de materias primas y productos, transporte desde el proveedor al bloque logístico, transporte desde el bloque logístico a la tienda y gestión de las operaciones de la tienda. Por ejemplo, ha creado su propio software para planificar los horarios de trabajo. La finalidad de esta receta es satisfacer a los cinco componentes del negocio (de mayor a menor importancia): el jefe o cliente, el trabajador, el proveedor, la sociedad y el capital.
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