Publicado en EL PAIS el 20 octubre 2011
Ni por uno, ni por dos proyectos. La Unión Europea apuesta por los cinco ejes ferroviarios para mercancías que España llevó a Bruselas con la esperanza de que fueran considerados parte de la red básica que será cofinanciada por las arcas comunitarias.
Una red de líneas de alta velocidad que permitirá transportar mercancías de una punta a otra de la Unión Europea en tren, si los estados cumplen sus promesas. El corredor mediterráneo y el eje atlántico tendrán prioridad a la hora de recibir fondos, porque forman parte de los diez grandes ejes transeuropeos. Bruselas avala así los ambiciosos planes de España, que se convertirá en la puerta de las mercancías asiáticas para toda la Unión Europea.
El corredor mediterráneo (desde Portbou a Algeciras por el litoral) y el eje atlántico (desde Portugal a Francia por Valladolid y Vitoria) serán las prioridades en España. Esto significa que aunque han sido admitidos cinco proyectos, los dos citados deberán estar listos primero, ya que forman parte de los grandes corredores transeuropeos. Lo que en España se llama corredor mediterráneo, por ejemplo, para Europa es el principio de un gran eje cruza el sur de Francia, el norte de Italia, Eslovenia y Hungría hasta la frontera con Ucrania. El corredor atlántico, a su vez, es un tramo de la conexión ferroviaria entre Lisboa y Estrasburgo que atraviesa París.
En segundo plano (pero también considerados dentro de la red básica europea y por tanto, cofinanciables) quedan el eje central, que conecta Algeciras también con Madrid, y avanza hasta Zaragoza, donde se conecta a la salida mediterránea a Francia; también las conexiones cantábrico-mediterránea y atlántico-mediterránea.
Solo un proyecto se ha quedado fuera: la Travesía Central del Pirineo (TCP), un túnel de nueva construcción en los Pirineos que debía ser el punto de conexión del eje central madrileño con Francia. Para disgusto de los aragoneses, la Comisión Europea lo ha aparcado, al menos, hasta después de 2030. Sim Kallas, Comisario de Transportes, la tachó de "poco realista" y con importantes consideraciones medioambientales y de seguridad.
¿Por qué el corredor mediterráneo y el eje atlántico son las máximas prioridades?
Fuentes de la Comisión confirmaron ayer que la principal función del corredor mediterráneo es aprovechar el potencial de los puertos mediterráneos para recibir las exportaciones provenientes de Asia. Estas llegan al Mediterráneo por el canal de Suez pero hasta ahora, debido a las malas comunicaciones de los puertos españoles, en su mayoría seguían su camino por el estrecho de Gibraltar y se iban hacia los puertos del norte de Europa, que hoy monopolizan el 77% de las importaciones europeas. En este momento el transporte de mercancías por ferrocarril es solo del 4% sobre todos los demás medios y frente al 18%-20% que significa en Europa. Una vez acabado el corredor, previsiblemente en 2020, los cuatro puertos mediterráneos considerados básicos por la Comisión Europea (Cartagena, Valencia, Tarragona y Barcelona) deberían pasar a recibir parte de ese tráfico ahorrando entre tres y cuatro días de viaje a los buques de mercancías. Por su parte, el Atlántico es la salida de Portugal a Francia y la interconexión de sus puertos con Estrasburgo.
A cambio de esta apuesta europea, España ha prometido tener a punto sus cinco ejes en 2020, que precisan una inversión de 49.800 millones. Hasta 10.000 millones pueden salir de fondos europeos, ya que subvencionarán cerca del 20% de las obras en tramos normales, un 30% si se trata de cuellos de botella para el transporte y hasta el 40% en zonas transfronterizas. Pero la Unión Europea solo desembolsará su parte del dinero cuando los estados hayan anticipado la suya. Para forzar a los gobiernos a cumplir, si no han efectuado las obras de los tramos prioritarios antes del 2030, la Comisión podría retirar los fondos no transferidos. El objetivo es mejorar la conexión ferroviaria de mercancías, las líneas mejoradas también se podrán aprovechar para el transporte de viajeros.
La principal aportación económica irá destinada al corredor mediterráneo, que precisa 19.424 millones de euros.
Al eje atlántico irán 11.699 millones; al central 11.621 millones; y a las conexiones cantábrico-mediterránea y atlántico-mediterránea, 13.168 y 6.025 millones respectivamente. La suma total no corresponde con los 49.800 millones que ayer anunció Blanco, porque según explicaron desde Fomento, algunas partidas en realidad están duplicadas. El tramo entre Antequera y Algeciras, por ejemplo, se usa tanto en el corredor central como en el mediterráneo y ha sido incluido en ambos cálculos presupuestarios. España cargará pues con una factura anual cercana a los 7.000 millones de euros al año para los ejes ferroviarios, un montante que el ministro de Fomento José Blanco calificó ayer de "realista". En 2011 el presupuesto de inversión española en infraestructuras de todo tipo es de unos 13.000 millones de euros.
El Comisario de Transportes explicó ayer que las decisiones tomadas por la Comisión quieren "poner los recursos donde realmente hay un valor añadido". A su vez, apuntó que el paquete de prioridades significa pasar de "una lista de deseos políticos de cada gobierno a un planteamiento adaptado a la vida real". El Comisario ha añadido que el mapa propuesto por la Comisión, que todavía tiene que ser aprobado por el Parlamento Europeo y el Consejo, "garantiza que las conexiones vengan de algún sitio y vayan a algún sitio".
Los ejes españoles
La Unión Europea reserva 31.700 millones de euros para la cofinanciación de los proyectos incluidos en la red básica ferroviaria de mercancías realizados entre 2014 y 2020.
España ha logrado que cinco proyectos entren en esta consideración. Dos de ellos son prioritarios: el corredor mediterráneo, que tendrá 1.300 kilómetros y precisa 19.424 millones de euros, y el eje atlántico, de casi 2.000 kilómetros (incluyendo el tramo portugués), en el que España invertirá 11.699 millones.
También han sido catalogados de básicos (pero de segunda necesidad por no ser conexión transfronteriza) el eje central hasta Zaragoza y las conexiones cantábrico-mediterráneo y atlántico-mediterráneo.
La Unión Europea ha descartado la Travesía Central del Pirineo, un nuevo túnel que habría conectado el corredor central con Francia por Huesca.