El modelo de distribución de productos farmacéuticos en Europa necesita una remodelación «con urgencia».
Según el informe Transforming the European Medical Device Supply Chain: Adding Value and Reducing Costs, elaborado por la presidenta del grupo LHarrington LLC, Lisa Harrington, y comisionado por DHL, concluye que «ha llegado el momento de repensar el funcionamiento del modelo europeo de distribución de productos médicos, en general, y la de cadena de suministro asociada a él, en particular. Se abre una nueva etapa en la que la externalización y los servicios compartidos son un imperativo».
En este sentido, la vicepresidenta de Desarrollo de Negocio para el Sector Sanitario en Europa de DHL, Susanne Amholt, explica que las presiones a las que se enfrenta hoy la industria sanitaria no son nuevas, «lo que está cambiando, y a gran velocidad, es su intensidad; y esto afecta a Gobiernos, contribuyentes, proveedores y pacientes. El entorno normativo y de garantía de calidad es cada vez más complejo y la necesidad de reducir costes en la cadena de suministro mayor».
Las distintas legislaciones entre los países convierten a Europa en un mercado «especialmente complejo», según el operador. Estas diferencias se dan sobre todo entre los mercados emergentes de la Europa del este y los más consolidados de la Europa occidental, «con marcadas divergencias aún en cuanto a preferencias con respecto a tipo de producto, formas de pago o canales de distribución».
El citado informe destaca nuevas estrategias y soluciones para el adecuado desarrollo de la cadena de suministro farmacéutica:
1. Segmentación de la cadena de suministro por categoría de producto.
Es necesario adaptar el almacenamiento, el transporte y los canales de distribución en cada país teniendo en cuenta las diferentes categorías de producto sanitario. Gran parte del material médico puede ser transportado por mar o carretera; la opción de transporte urgente ha de utilizarse sólo para las situaciones de emergencia. Por otra parte, desde la perspectiva de la red logística, los productos pueden ser distribuidos a través de centros regionales de distribución o instalaciones de cross-docking próximas al mercado final.
2. Establecimiento de un canal directo con el consumidor.
Como alternativa a la tradicional figura del distribuidor como mero intermediario, esta aproximación conecta a las empresas de forma más directa con los pacientes. No es aplicable en todas las situaciones ni adecuada para todos los productos; hay que tener en cuenta factores como, entre otros, las necesidades de seguridad y el número final de puntos de distribución. Pero, cuando es factible, ayuda a reducir sensiblemente el coste de operatividad y agiliza la entrega al paciente del producto final.
3. Utilización de centros de distribución de uso compartido.
Gracias a esta opción múltiples fabricantes almacenan y gestionan sus productos mediante un único proveedor de servicios de logística (3PL) y, normalmente, desde un mismo centro. Se aprovechan las sinergias de una red compartida de instalaciones y transporte, lo que flexibiliza y agiliza enormemente la cadena de suministro y disminuye sensiblemente la partida de costes.
4. Externalización global de la logística.
Poner en manos de un operador logístico 3PL con experiencia la gestión de la cadena de suministro permite al fabricante ganar en operatividad y eficiencia y, sobre todo, centrarse en lo que es realmente su negocio principal: la investigación, el desarrollo y la producción de dispositivos, soluciones y material médico.
http://www.logisticaprofesional.com/es/notices/2015/07/la-distribucion-farmaceutica-necesita-una-remodelacion-con-urgencia-51556.php#.VaqpUOs2DIc